10º Capitulo - El extraño

Aquella mañana lo despertó el sonido del timbre de la puerta. Era de una empresa de mensajería. Traían un paquete para el. Le pareció extraño pero teniendo en cuenta lo que le había pasado las ultimas semanas no era algo tan fuera de lo común. Tras firmar el envío el repartidor sacó de la furgoneta un paquete bastante largo pero a su vez delgado como si contuviera una vara o algo por el estilo. Entró en su piso y se metió en la habitación. Colocó el paquete en la cama y rompió la caja. Era un wakizashi, es decir, una versión algo mas corta de una katana. La hoja era de unos 42 centímetros que con el mango hacían unos 54. La rodela era cuadrada y no tenia nada especial. De un color rojo oscuro era la vaina y la empuñadura era del mismo color pero con algún motivo dorado. Dentro de la caja había una carta.

A la atención de Trouner.

Ha sido usted elegido para participar en una partida de rol. Si acepta la participación

preséntese el día 10 de julio a las 12:00 en la puerta de la catedral. 

Lleve consigo la espada.

Al estar escrita a ordenador no tenia ningún indicio de quien podía haber mandado la espada o quien estaba detrás de todo esto.  Solo le quedaba ir al sitio indicado en la hora indicada para pedir respuestas. Lo que mas le extrañaba de todo era que el habían elegido a el. Por alguna razón sabia que todo estaba conectado: los poderes, la espada y la partida. Como había aprendido a utilizar sus poderes ya no necesitaba andar y ya no llegaba nunca tarde. Durante la tarde posterior a la entrega se fue a un bosque cercano a probar la espada. Tras varias horas de probar la espada con cualquier cosa se dio cuenta que lo resistía todo, no se rompía con nada y lo cortaba todo. Volvió a su casa y la noche fue tranquila. Al dia siguiente se despertó bastante tarde.  Eran las 11:50 pero no es que le importara mucho. Como un rayo se vistió y desayunó. Tardó 1 minuto en llegar al destino y eran las 11:55 cuando ya estaba en la puerta de la catedral con la espada en la espalda. Se dio cuenta que a nadie parecía importarle que llevase un arma. Incluso ni los policías parecían darse cuenta. Exactamente a las 12:00 un hombre bajó volando del cielo y se acercó a Trouner. Era bastante extraño porque nadie pareció notarlo, nadie pareció verlo.

-Trouner, ¿intuyes para que estás aquí? - preguntó el extraño.
-Algo de un juego de rol ¿no?...-
-Podríamos decir que si pero es algo mas especial que eso. Creéis que los humanos domináis el mundo pero lo que no sabéis es que sois simples juguetes. A ver te explico, lo que tu conoces como "dioses", en realidad no son mas que entidades de otra galaxia que han evolucionado mucho mas que los humanos y son capaces de controlar todo. Al planeta tierra llegaron 8 de esas entidades y tras observaros y estudiaros decidieron que se aburrían. Por lo tanto han decido hacer un pequeño jueguecillo cada una de los "dioses" han escogido a un humano y lo han dotado de poderes. Le han regalado un arma y en este mismo momento les están explicando el juego al igual que yo. Yo soy una de esas entidades y tu eres mi elegido. Para quitarte cargos de conciencia te voy a explicar una cosilla. Hemos creado un mundo idéntico a la tierra, es decir, otro planeta en el cual podrás hacer lo que te dé la gana sin sufrir consecuencias. Si durante el juego mueres volverás a tu planeta natal exactamente al momento anterior a la ficha de juego y seguirás tu vida como si nada hubiera pasado, no recordarás nada y obviamente no tendrás poderes. Si por el contrario consigues derrotar a todos los demás participantes, te regalaremos un mundo entero para ti, te explico mejor. Serás todopoderoso y podrás hacer lo que te de la gana con el mundo, mandarás sobretodo y harás lo que te de la gana. ¿Bueno que me dices sigues adelante?-
-Pues ¡claro! - Respondió entusiasmado.
-Pues ya no te doy mas la tabarra. Busca a los otros 7 elegidos, los reconocerás por las armas que portan y recuerda que ellos te buscarán también a ti.-

ZAS! y desapareció de repente. Un mundo por ganar y nada por perder. Su historia solo comenzaba.