"Liberada su mente de los limites de la realidad, vio que nada era imposible"
-Yo mismo



domingo, 28 de noviembre de 2010

11º Capitulo - El encuentro

Tras la conversación con el extraño Trouner volvió a su casa pero esta vez mucho mas calmado. Se dirigió andando nada de supervelocidad, ni vuelo, ni cosas extrañas. Durante su vuelta a casa fue imaginando como serian sus enemigos, si realmente podía hacer lo que quisiera, si volvería a ver a la chica rubia, si la espada tendría algún poder mas y muchas mas cosas que pasaban por su mente. Cuando pasó por la calle mas concurrida de su ciudad aprovechó para aprender a manejar la lectura de mentes que hasta el momento había estado ignorando. Se enfocó en un chica bastante guapa que pasaba por allí. Pudo escuchar que necesitaba ropa nueva, que se le había roto el consolador y que aquella noche había quedado en la discoteca con las amigas para salir a ligar. Consiguió rápidamente aislar los pensamientos de la chica de tal modo que solo escuchaba a quien quería.

Siguió escuchando pero no descubrió nada que valiese la pena. Así que se dirigió a la parada del autobús para volver a casa.

Mientras esperaba a que llegase el autobús numero 6 que le transportaría hasta su barrio. El cielo se oscureció y en pocos minutos empezó a llover. A cada segundo que pasaba la lluvia apretaba con más y más fuerza. Tras unos 5 minutos el autobús por fin llegó. Se subió a la velocidad del rayo sin que nadie se percatara de que no había pagado. Y tras unos segundos el autobús siguió su camino. Dos paradas después sin saber porqué ni como se fijó en que subía a autobús LA chica. La que le obsesionaba desde hacia semanas. Por cosas del destino, y principalmente porque el autobús estaba a rebosar acabaron uno delante del otro. Trouner se puso tan nervioso que le temblaban las piernas. No sabia como reaccionar o si podría hablar finalmente con ella. Tras unos intensos segundo se dispuso a decirle algo cuando de repente...

El autobús paró en seco y todos empezaron a murmurar. La chica ahora se encontraba entre sus brazos debido al frenazo brusco. Miró hacia delante para ver que había pasado.

Delante del autobús se encontraba un joven de su misma edad con estoque apuntando hacia el autobús. Su propia espada también empezó a brillar y en seguida supo lo que pasaba. Apartó a la chica y le susurró:
-"Soy Trouner, algún día te buscaré y tendremos una cita".

Tras esto se fue hasta una puerta del autobús y con unos leves cortes de su espada. Cortó los anclajes al autobús y con un leve empujón separó las puertas haciendo que estas cayeran hacia afuera. Se dirigió impasible y sin parar de mirar al desconocido que le retaba. Mientras llegaba desenfundó su espada con un rápido movimiento.