9º Capitulo - La Banda.

Aquella noche no pudo dormir bien. El remordimiento le carcomía, pero algo en su interior le decía que aquel niñato tenía su merecido. La siguiente mañana fue un cumulo de llamadas hasta que decidió apagar el móvil y no contestar a nadie. Pasaron los días de vacaciones y el rumor se extendió. Un chaval había apalizado al jefe de la banda local. Toda la banda andaba buscándolo. Tras 5 días Trouner se hartó de salir volando para ir a cualquier sitio. Salió a la calle y empezó a buscarlos. No pasó ni un cuarto de hora cuando se topó con 4 chavales de la banda.

- ¡¡SUBNORMALES!! – Bramó.

Los chavales se dieron la vuelta, furiosos, y se abalanzaron hacia Trouner. Fácilmente este los esquivó y los chavales se quedaron estupefactos.

- Llevadme ante vuestro líder. – Inquirió a los estupefactos jóvenes.

- ¿Tu quien eres?

- ¿A ti que te importa? Llévame ante tu líder y te demostraré que no tenéis que buscar a nadie más.

- Con que eres tu… ¡Comprobémoslo! – y el joven se abalanzó sobre Trouner.

Nuevamente Trouner lo esquivó sin problemas. Y le dio un golpe en la nuca dejándolo inconsciente en el suelo. De los tres que quedaban dos atacaron súbitamente a Trouner. Antes de que se dieran cuenta Trouner le propinó varios golpes en las piernas y los muchachos cayeron al suelo sin poder levantarse. El ultimo de los muchachos intentó huir pero por mucho que lo intentara Trouner le impedía el paso. Al final acabó por rendirse y llevar a Trouner ante su jefe. Lo llamó al móvil y quedaron en el aparcamiento del cementerio. Eran mas o menos las 6 de la tarde cuando la reunión tuvo lugar. El jefe, que se llamaba Jony, no era mas que otro niñato tan hormonado como ellos y lleno de esteroides. Jony apareció con otros 10 seguidores mas. Entre ellos se encontraba el mensajero.

- ¿Eres tu el que va apalizando a mis colegas? – Inquirió el joven

- SI! Lo soy. ¿Algún problema? Estoy hasta los huevos de que tu y tus matones hagais lo que os da la gana y asusteis a la gente normal.

- ¡¿¡¿PERO QUIEN COÑO TE CREES PARA HABLARME ASI!?!? – Vociferó el joven – TE VAS A CAGAR MIERDECILLA

Acto seguido el jefe se tiró hacia el mientras los demás sacaban palos y navajas. Tras un instante todos los seguidores cayeron de rodillas al suelo. Mientras todos quedaban arrodillados ante Trouner el jefe se habia quedado estupefacto ante la desaparición de Trouner. Para mas tarde volverlo a encontrar detrás suya.

- ¿Quien coño eres? – Preguntó asustado

- Trouner, vivia aquí, ¿ya no me recuerdas?

Primero a velocidad normal le propinó una patada en la rodilla para hacerlo arrodillarse como sus compinches. Cuando lo tuvo a su merced prosiguió con su concurso.

- Como ya he dicho y que conste que no me gusta repetirme. Me teneis hasta los huevos. Con vuestras tonterias y gilipolleces. A partir de ahora vais a estaros quietos y no me vais a tocar mas los huevos. Quiero que lleveis una vida tranquila y como alguno de vosotros se pase de la raya volveré y lo destrozaré hasta que no quede rastro de él.

Tras decir esto vio una botella que habia cerca y levantó la mano con la palma hacia arriba formó una bola de fuego y la lanzó contra la botella formando un gran estruendo. Los jovenes ya de por si atemorizados quedaron horrorizados al ver semejante poder.

- ¿¿ME HAS ENTENDIDO?? – clamó Trouner.

- Si si si si si, te haremos caso ¿verdad? – respondió el jefe

- SI! - respondieron todos a la vez.

- Asi me gusta que seais buenos chicos.

Tras esto salió volando ante la estupefacción de los presentes y volvió a su casa. Satisfecho con por su trabajo los frutos no tardaron en aparecer. Los ataques cesaron y las calles eran mucho mas seguras. No tardaron en aparecer los rumores pero ninguno de los muchachos querian hablar de lo ocurrido por temor a que los tomasen por locos y debiles. Aunque a Trouner no le importaba algo de fama pues siempre habia sido un don nadie. Tras unos dias apacibles en su pueblo tranquilo. Volvió a la ciudad.