Mi entrada de hoy tiene mas que ver con despejar mi cabeza que con ilustrar a quienquiera que sean mis lectores, aunque ahora mismo Grooveshark me esta dando algún que otro problema para escuchar algo relajante. Pero vamos al lío.
Hace 7 meses y 23 días que me encuentro viviendo en suelo chipriota. Mi día a día ha cambiado de forma radical aunque su esencia se ha conservado mucho más de lo que yo quisiera. Me sigo encontrando con mi principal problema desde hace mucho tiempo, la inconstancia en las cosas importantes. Y es que soy totalmente incapaz de ser medianamente constante con las cosas que quiero terminar y tengo que terminar. De aquí viene mi confusión pues me encuentro en una encrucijada de esas que no sabes hasta donde puede llegar a complicarte la vida. Mi vida a partir de Septiembre es una incógnita pero como diría el Oráculo no podemos ver más allá de las decisiones que no comprendemos. Y como ya he hecho esa elección ahora solo tengo que comprenderla.
El caso es que nos enseñan desde pequeños que nuestro objetivo en la vida es tener una vida estable, ganando no poco y en general seguir las reglas de nuestra sociedad. Pero el caso es que últimamente me ronda una idea poco común y que a mis ancestros se le antoja de locura. Y si no fuera ese mi objetivo en la vida, y si yo no quisiera tener una vida estable y prefiriese tener una vida de "aventuras". Todo el mundo me dice que debiera o debiese terminar la carrera, que después ya podré hacer lo que quiera, pero y si ese terminar la carrera no es tan corto como todo el mundo espera y después no me sirve para nada. Porque cada vez que me lo repiten me suena peor. Cuanto más pienso en ello peor pinta le veo. Sin embargo una semilla cayó en mi cerebro y como un virus se extiende a toda velocidad. Déjalo todo y vuela. Con el termino volar no me refiero a una caída libre sin paracaídas desde un precipicio. Me refiero a un vuelo a motor planificado para que sea lo más agradable posible. Y es que aunque en el fondo se que la mejor opción y a la vez la más dura es volver a terminar es la que menos me atrae.
Pero por suerte todavía tengo 4 meses para terminar de descubrir que quiero hacer con mi vida y saber que va a ser de mí. Seguramente debiera tener en cuenta a más opiniones que la mía. Pero al final quien cuenta soy yo y con quien voy vivir hasta el final de mis días no es nadie más que yo.
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